Ya de regreso…

thumb_IMG_7710_1024Yo con la preocupación acerca de si las musas andarán disponibles a estas horas en un seis de enero. No lo sé, pero decido escribir, independientemente de que lleguen tarde o no lleguen.

De regreso en casa después de unos días de conocer lugares nuevos y reconocer otros. Me siento junto a una de las ventanas y noto cómo una enredadera va creciendo a sus anchas de manera caprichosa. Aprecio llegar de nuevo a mi hogar y reconocerle cada rincón de los que lo componen. Mi cuerpo agradece estar respirando nuevamente este aire húmedo.

Hago por tener el coraje y la pasión necesarias para trascenderme a mi mismo. Por seguir el camino de los pensamientos claros. En el camino de un propósito limpio, brillante; y más importante que eso, en el camino de lograrlo.

El año anterior hubo envidias, recelos, indirectas, como supongo que las ha habido en muchos de los años que he dejado atrás. A diferencia de los mismos, este año que concluyó estuve atento a esos eventos, conciente de que sucedieron, de cómo sucedieron y de qué puedo hacer para evitarlos, cambiarlos, postponerlos, desviarlos, en fin… no tenerlos nuevamente, o al menos no experimentarlos tan frecuentemente.

Me veo logrando cosas fuera de lo común este año. Por fuera de lo común me refiero a salir de la rutina en la que me envolví los años previos. Por fuera de lo común me refiero a consentirme más y juzgarme menos. Me veo que pasamos a la primavera y luego al verano y luego al otoño y que mi ánimo sigue tan bien como el que tengo en este momento o aun mejor.

Muchas cosas no dependen de mi, sin embargo, lo que de mi depende estará plagado de buen ánimo.

Las luces de la navidad empiezan a despedirse, el árbol se guarda nuevamente y las esferas regresan a sus cajas. Las veremos otra vez a comienzos del siguiente invierno.

Un animoso abrazo de inicio de año.

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